Consejos de seguridad: porque las caídas no son divertidas #NoCaigas

Cuando Charlie Chaplin caía en las pantallas de cine, nos reíamos. Cuando nuestros ancianos o niños pequeños caen por las escaleras, nos vamos a urgencias.

Chaplin era un acróbata cómico que controlaba su caída. Nuestros seres queridos… no tanto.

Según los datos asistenciales recientemente publicados, en el año 2016 se atendió en Parapléjicos a 229 pacientes nuevos con lesión medular aguda, de un total de 1.121 ingresos si se incluyen las revisiones. De ellos, los ingresos por traumatismos representaron el 48,8%, mientras que las lesiones no traumáticas, enfermedades neurológicas, han supuesto el 51,2%.

Los traumatismos que tienen su origen en una caída han sido los más frecuentes, con 53 casos que suponen un 24,4% del total de entradas y, un año más, han superado a los accidentes de tráfico, cuya proporción de ingreso ha sido del 18,4%, seguidos de los accidentes que tuvieron lugar durante la práctica de una actividad deportiva, 5%.

Es por eso que los profesionales del Hospital de Parapléjicos de Toledo ha lanzado la campaña #NoCaigas, que promueve la prevención de las lesiones medulares como consecuencia de caídas casuales, que vuelven a situarse como principal motivo de ingreso traumático en el centro.

Son muchos los centros asistenciales de control y prevención del trauma, los que consideran que las caídas entre las personas mayores y niños son una epidemia nacional, y están tratando de evitar que las caídas se propaguen como un virus.

Las caídas son en todos los sentidos un gran batacazo, tanto en el sufrimiento humano como en el gasto médico. Dado el tamaño del envejecimiento de la población, los especialistas predicen que sin mayor intervención, “va a empeorar”.

Eso es porque cuando la gente envejece, su paso y la visión cambian, haciéndose más difícil caminar con confianza. También desarrollan condiciones, como la neuropatía diabética, que hacen que sea difícil sentir realmente el suelo. Como resultado, de las decenas de miles de caídas que envían a las personas a la sala de emergencia, sólo más de la mitad se producen en suelos desnivelados (y no en una elevación como bordillos o escaleras). Las caídas ocurren a veces porque no pusimos una simple barra de agarre o movimos algo fuera de su lugar. Por lo tanto, una caída debido a un suelo en mal estado o un peligro de tropezar, es en parte un problema prevenible.

En otras palabras, las caídas no son sólo cuestión de mala suerte o el destino, aunque nos gustaría verlo así. Al cambiar nuestro entorno para reducir las probabilidades de una caída, podemos cambiar nuestra suerte. Buena suerte.

¿Alguna vez te has caído?

Todos nos hemos caído. Desde el día en que damos nuestros primeros pasos, todos tenemos cierta experiencia con las caídas. Y todos conocemos el miedo a la pérdida de control que viene después de una caída.

¿Qué pasos tomar para prevenir una caída?

Comienza en casa, donde puedes ser capaz de “diseñar el problema” desde el principio a través de cuatro pasos básicos.

En primer lugar, una cosa que la gente no relaciona con la prevención de caídas son puertas más amplias. Si puedes ampliar las aberturas, te ayudará a ver cualquier obstrucción que puedas tener delante.

En segundo lugar, tienes que poner el tipo de suelo correcto. Comienza con los suelos adecuados para áreas húmedas como la cocina y el baño. En lugar de utilizar superficies resbaladizas como el mármol, busca un suelo de alta tracción que haya sido probado por el fabricante.

En tercer lugar, mejora la iluminación, especialmente en las zonas de paso y en los pasillos, donde muchas personas suelen caer. La gente no suele pensar en la iluminación como una gran herramienta de prevención de caídas, pero lo es. Es bueno tener una iluminación consistente, incluso que no emita sombras. Nuestra visión periférica no es tan buena como nuestra visión primaria y con el envejecimiento nuestros ojos requieren más luz para ver. (Algunos trastornos de la visión relacionados con la edad, como el glaucoma, limitan específicamente nuestro campo de visión.) Dentro y fuera de la casa, deberíamos iluminar mejor los huecos de las escaleras y usar pasamanos.

Y cuarto, poner barras de agarre y pasamanos dondequiera que puedan ser necesarios.

¿Qué hay de las escaleras?

Subir y bajar escaleras es muy diferente que caminar en una superficie nivelada. Sería de ayuda si el frontal de las escaleras, así como los bordes delanteros de cada peldaño, estuviesen en colores que contrasten al resto de los escalones. De esa manera podremos ver el borde de cada escalón mientras bajamos. Todos nos equivocamos a veces y ver la orilla del escalón puede ayudar a prevenir una posible caída. Si hay niños pequeños en casa, vigila que no estén cerca de unas escaleras o instala puertas de seguridad. Además, asegúrate de que la barandilla de la escalera no se tambalea y revisa los pasamanos y apriételos. Asegúrate de que estén firmemente montados, igual que en la bañera.

Y hablando de bañeras… Las barras de agarre deben montarse verticalmente, entre la bañera y el suelo, para ayudar con esa transferencia de alto riesgo cuando se tiene un pie en la bañera y otro en el suelo. Tener algo donde sostenerse ayuda a estabilizar el peso corporal a medida que entras y sales, de una superficie a otra, especialmente descalzo y húmedo. Las barras de agarre o asideros, son baratas y fáciles de instalar, y una vez que las tengas, las usarás todo el tiempo y empezarás a sentirlas como algo habitual.